Entre enero y julio de este año, las exportaciones colombianas a la Unión Europea (UE) llegaron a 5.693 millones de dólares, el 12,5 por ciento más que en igual periodo del 2013.
Las importaciones de Colombia desde la UE en el mismo lapso, por su parte, ascendieron a 4.653 millones de dólares, para un incremento anual de 8,8 por ciento.
El intercambio comercial bilateral de este año tiene como escenario las nuevas condiciones arancelarias negociadas en el tratado de libre comercio (TLC), que comenzó a regir el primero de agosto del 2013, gracias a las cuales la inmensa mayoría de los productos colombianos ingresan a los 28 países del bloque comunitario sin el pago de aranceles.
De acuerdo con la información de la embajada de la UE en Colombia, en los primeros 10 meses de vigencia del acuerdo, es decir, entre agosto del 2013 y mayo de este año, las exportaciones colombianas a ese mercado –de más de 510 millones de consumidores– totalizaron 6.700 millones de euros, para un crecimiento de 7,6 por ciento, mientras que las importaciones desde las economías de la Unión fueron de 4.600 millones de euros, para una reducción de 5,9 por ciento.
“Desde la entrada en vigencia del acuerdo comercial, las exportaciones colombianas hacia la UE han crecido, contra la tendencia general”, señaló la consejera comercial de la embajada en Bogotá, Miriam García Ferrer, quien agregó que, por consiguiente, la balanza (comercial) bilateral de Colombia tiene un superávit de 2.100 millones de euros.
En ese periodo, algunos productos del agro y la agroindustria colombianos, que no pagan aranceles, tuvieron un desempeño positivo en las preferencias de los consumidores europeos, que gozan de una alta capacidad de compra.
Son los casos, por ejemplo, de la facturación externa de jugos de fruta tropical, que aunque solo registra 2,7 millones de euros, tiene un crecimiento más que sobresaliente: 741 por ciento; algo similar puede decirse del aguacate (1,6 millones y aumento del 95 por ciento) y la piña (incremento del 453 por ciento).
También se destacaron las exportaciones de atún preparado (55,7 millones de euros y crecimiento del 21 por ciento); rosas frescas (29 millones e incremento del 12,5 por ciento) y tabaco (19 millones y aumento del 16 por ciento).
García Ferrer puso de relieve lo sucedido con el azúcar de caña, a lo que calificó como “un logro del acuerdo comercial” que ha permitido que sus exportaciones se hayan triplicado en los primeros 10 meses de vigencia del acuerdo, hasta llegar a 34,6 millones de euros.
Aumentar los despachos al gigantesco mercado europeo es un hecho muy positivo, que está en línea con uno de los objetivos del acuerdo; pero, como dijo la funcionaria diplomática, aún existen numerosas oportunidades para diversificar socios y productos.
En agroindustria, existe un enorme potencial que puede ser aprovechado relativamente rápido, porque las autoridades europeas no exigen certificaciones de cumplimiento de uso de determinados insumos que afecten la salud humana (contaminantes, plaguicidas, etc.) para que sus productos ingresen a su mercado, a diferencia de Estados Unidos y otros países.
“La Unión Europea confía en que Colombia acata las normas. El sistema europeo es exigente, pero de fácil cumplimiento”, explicó García Ferrer.
Los productos orgánicos, agregó, tienen una gran acogida entre los consumidores del Viejo Continente, que los compran en abundancia y a muy buen precio.
Artesanías, chance en Francia
La presidenta de Proexport, María Claudia Lacouture, destacó la importancia de que las empresas se adecuen a las tendencias internacionales, al gusto y a las necesidades del consumidor; ajusten las materias primas, así como los procesos de producción, las condiciones (sanitarias y fitosanitarias, también en el caso del agro) a las normas internacionales. “Si no nos ajustamos, nos sacan del mercado”, advirtió.
Exportar no es una tarea fácil; tampoco es difícil, simplemente hay que trabajar bien en todo el proceso: producción, transporte, comercialización, etc. Todos pueden incursionar en el mercado internacional. Por ejemplo, señaló Lacouture, hay artesanías elaboradas por los wayús, en La Guajira, que podrían ser vendidas en Francia y Alemania; condimentos del Putumayo, como Chilacuan y Sacha Inchi, con oportunidad en España.
JORGE CORREA C.
Redacción de Economía y Negocios