En 11 meses la vía Bogotá-Girardot revertirá al Estado y las obras no se han concluido. Gobierno inspeccionará todos los corredores viales.
Si bien la fotografía muestra que hoy todas las concesiones viales presentan lunares, la vía Bogotá-Girardot despierta mayor interés por ser una de las carreteras de mayor tráfico vehicular y por estar a menos de 11 meses de revertir al Estado.
Así lo señaló el presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, Luis Fernando Andrade, quien explicó que si bien hay otras vías con problemas como Briceño-Tunja-Sogamoso, la cual tiene inconvenientes con los pasos de Tocancipá y Gachancipá, también hay corredores sin problemas, como el segundo tercio de la vía Bogotá-Villavicencio, la que será entregada un año antes de lo proyectado.
El funcionario aseguró, además, que “la vía Bogotá-Girardot, que fue heredada del Grupo Nule y que asumió Álvarez y Collins, está prácticamente lista, pero que tiene problemas que deben ser resueltos, ya que el Estado concesiona una vía es para que opere sin dificultades y que cuando la devuelvan esté en perfectas condiciones, y eso no ocurre con este corredor”.
Con la Ruta del Sol los problemas son diferentes, pero llevan a un lugar común, el país sigue esperando que concluyan las obras que arrancaron hace muchos años. “Si bien estamos prestos a la inauguración de dos tramos de este corredor, el comprendido entre Villeta y Guaduas está sin empezar debido a problemas ambientales.
“Estamos listos para anunciar cuál será la solución que se implementará para que se inicie la construcción de los 21 kilómetros que hacen falta para conectar el interior del país con la Costa Caribe”, explicó.
En la Ruta del Sol III, al igual que en el trayecto Buga-Buenaventura, especialmente en el sector de Lobo Guerrero, hay problemas con las consultas previas, lo que ha incidido en el retraso de las obras viales.
La vía está lista
Según el presidente de Colsutoría Colombiana, interventor de la vía Bogotá-Girardot, Andrés Manrique Manrique, “el proyecto mal que bien va saliendo adelante, pues nosotros debemos reconocer que Collins se ha echado al hombro ese proyecto, pues eso viene de todo el tema Nule. De alguna manera el proyecto se está enderezando. Ya está la doble calzada, por así decirlo, hasta Girardot, pero le faltan unos trabajos de obras de protección, puentes peatonales, pasa ganado y otros tipos de obras que son importantes y son una obligación”.
“Un tema que se vuelve crítico, es que esta concesión se revertirá al Estado cuando obtengan un ingreso esperado y, por ser una vía con tan alto tráfico, ese ingreso esperado podría cumplirse en 2016 o incluso el próximo año. Entonces se nos está acercando el tiempo de revertir la concesión y las obras no se han terminado, y eso no es lo natural en un proyecto de concesión”, explicó.
Frente a esta situación, Carlos Collins, quien coincidencialmente construye también el túnel de La Línea, que tiene un atraso en su construcción, aseguró que en Bogotá-Girardot están bien y que lo que falta por entregar no tendrá inconveniente, pero lo que los afecta es que no puedan trasladar recursos de esta concesión para financiar la terminación de La Línea.
Para hoy está prevista una nueva audiencia de descargos y el estudio de alternativas para buscarle una salida a esta problemática.
Andrade confirmó que los problemas de la vía Bogotá-Girardot son superables y que lo más preocupante es la inestabilidad de taludes en algunos sectores de la vía, como la variante de Melgar.
El funcionario recalcó que además de estos inconvenientes, también se requiere la construcción de 20 puentes peatonales, retornos, obras complementarias, las lozas del túnel que empiezan a quebrarse y el revestimiento de los nichos de parqueo para atender emergencias dentro del túnel de El Boquerón.