Río Magdalena abre puertas a Antioquia

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El sector privado ya se suma a las inversiones que el actual Gobierno Nacional ha destinado para recuperar la navegabilidad fluvial, que reduce hasta en la mitad los costos de transporte de la producción colombiana. 

Puerto Berrío ya está listo para almacenar y movilizar toda clase de productos antioqueños a través del transporte fluvial por el río Magdalena, que atraviesa el costado oriental de ese soleado municipio de Antioquia.

Así lo manifestó el director regional de la Sociedad Portuaria Regional de Puerto Berrío (Asoportuaria), Álvaro Mesa, quien aseguró que en menos de dos meses el puerto del municipio estará en operación con flotas de carga semanales para apoyar la base empresarial del departamento.

“En este momento ya estamos listos para la operación. Tenemos los permisos, los tanques, los hilos, el puerto. Hay compañías dispuestas a llegar a Puerto Berrío, por eso digo que estamos listos para iniciar este año y esperamos que sea una realidad”, manifestó Mesa, durante una reunión privada con los líderes de la economía de Antioquia en el Club Campestre de Medellín.

Así las cosas, de acuerdo con el director de Asoportuaria, el puerto de la subregión del Magdalena Medio permitirá transportar todo tipo de cargas. Sin embargo, al inicio de la operación se movilizará crudo y algunos productos de exportación en los contenedores.

Este proyecto hace parte del programa de recuperación de la navegabilidad del río Magdalena que impulsa el Gobierno Nacional, al cual destinó vigencias futuras del orden de $2,5 billones para las obras, que se pagarán a lo largo de trece años.

Tal fin debe hacerse con una profundidad de siete pies, para lo cual el consorcio ganador de la adjudicación del proyecto haría un dragado y obras de encauzamiento en el caudal del río.

Por eso, desde el 7 de mayo se presentaron los borradores y publicaciones iniciales de la licitación, pero el pasado lunes se colgaron los pliegos definitivos con los que se espera que la adjudicación se dé para el próximo 31 de julio y seis meses más tarde comiencen las obras, que, según la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena (Cormagdalena), permitirá una recuperación de la navegación fluvial desde Puerto Salgar, de Cundinamarca, hasta Barranquilla, en el Atlántico. 

Es así que el contratista debe garantizar unas condiciones de profundidad, radio de curvatura y un ancho de canal, para que se pueda movilizar desde Puerto Berrío convoyes, conformados por barcazas y remolcadores con capacidad de hasta 7.200 toneladas de carga, que son equivalentes a 250 tractomulas.

Ante el magno proyecto, ya hay tres empresas precalificadas que cumplen con las condiciones exigidas como la experiencia en la colocación de 2,3 millones de tonelada de roca. Sin embargo, para evitar el naufragio del millonario contrato hay un mecanismo de adjudicación que asegura el inicio y la terminación a cabalidad de las obras.

“Este es un proyecto en el que los pagos que la Nación le hace a través de  Cormagdalena al contratista seleccionado son solamente una vez se garantice el servicio. Eso nos va a dar la tranquilidad de que esta empresa vaya a cumplir con el objetivo deseado que es la recuperación del río Magdalena”, explicó el director de Cormagdalena, Augusto García.

Es decir, que el Gobierno comprometió la inversión, pero el consorcio que gane la concesión deberá financiar el proyecto hasta que se cumpla el plazo del contrato y se garantice el objetivo, porque aquí no se paga por una obra a diferencia de otras adjudicaciones, sino que se contrata un servicio que se cumple una vez estén dadas las condiciones para movilizar cargas tanto de día como de noche.

Asimismo lo aseguró García, quien indicó que “habrá transporte fluvial nocturno por el río, con lo cual vamos a acortar a la mitad el tiempo que se transcurre en llevar carga de Medellín a Barranquilla y eso va a impactar positivamente en la competitividad de los productos antioqueños. De manera que esto unido con las concesiones 4G es sin duda uno de los grandes compromisos que este Gobierno le ofrece a Antioquia y que en nuestro caso ya es una realidad”.

Expectativa empresarial

Según el director de Cormagdalena, Augusto García, Colombia solo mueve 180 toneladas de carga al año, a diferencia de si se hace la recuperación de la navegabilidad del Magdalena, debido a que se podría transportar, a gran distancia y cantidades, todo tipo de productos.

“El río tiene la capacidad de movilizar 500 millones de toneladas anuales. Es decir, que es casi tres veces lo que hoy moviliza todo el país”, dijo García, quien señaló además que para aprovechar los beneficios de este transporte fluvial, las empresas antioqueñas deben identificar desde sus departamentos de logística qué modificaciones hay que hacer para movilizar su carga por el río.

Así las cosas, un producto movilizado por el Magdalena tiene una potencialidad de ahorro de un 40 a 50 %, dependiendo qué tan lejos esté el río de la fábrica. Por eso, es que se estima que las empresas antioqueñas podrían volcar su sitio de producción a municipios como Puerto Berrío para estar más próximas, lo que aumentaría el porcentaje de ahorro.

En eso coincide Juan David Pérez, gerente seccional de la Asociación Nacional de Empresarios (Andi) en Antioquia, quien señaló que hay unas ventajas que ofrece el transporte fluvial hacia la conexión con la Costa Caribe, lo que facilitaría a través de este corredor productivo que no solo se traigan los insumos y mercancías sino que también se movilicen los productos que hacen parte de la oferta exportadora de Antioquia.

“Ya ha habido experiencias puntuales de empresarios que han ingresado algún tipo de materia prima, pero es un tema que apenas estamos empezando a dinamizar para que cada vez más compañías antioqueñas de todos los sectores, importadores y exportadores, vean a Puerto Berrío como una opción para el ingreso o la salida de sus productos”, manifestó el directivo.

Sin embargo, Pérez aclaró que la eficiencia de este proyecto se logra con el concepto de la navegabilidad del río Magdalena bajo la óptima del multimodalismo, es decir, que haya una coordinación del transporte terrestre, fluvial y marítimo para enlazar la cadena logística.

Un complemento vial

Uno de los grandes problemas que tiene los productos agrícolas en Colombia es que más de un 50 % se deteriora en el transporte interno por las malas condiciones de algunas de las carreteras nacionales. 

Por esa razón, el Ejecutivo ha emprendido el megaproyecto vial de las concesiones de cuarta generación (4G), que busca hacer autopistas de doble calzada con salidas a los puertos del país.

Una de ellas es la conexión al Magdalena, perteneciente a uno de los nueve tramos que conforman la concesión antioqueña de Autopistas para la Prosperidad, que dejaría en una hora y media el recorrido desde Medellín hasta Puerto Berrío.

Por eso, el director de Cormagdalena, Augusto García, aseguró que “las autopistas son complementarias a la visión multimodal que tiene el Gobierno, ya que si no hiciéramos la recuperación del río nos tocaría construir tres veces más de carreteras en Colombia, teniendo en cuenta el impacto que eso genera en la geografía y en la sociedad”.

Así coincide Juan David Pérez, gerente de la Andi en el departamento, porque el proyecto de navegabilidad del río Magdalena le da mayor importancia al tramo de Magdalena para hacer ese empalme entre dos modalidades de transporte que puede disminuir los costos de los fletes.

“Definitivamente son complementarios y los transportadores de carga podrían encontrar grandes beneficios en medida de que hayan muchas más frecuencias y recorridos más cortos”, dijo Pérez.

Fuente: 
El Mundo

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Circular No.
031 – 2022

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