Luego de más de ocho meses, Gobierno no define subsidio a combustible de taxistas

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Luego de más de ocho meses, Gobierno no define subsidio a combustible de taxistas.

Los ministerios de Minas y Transporte no han definido lo que sucederá con la medida, que todavía se encuentra “en estudio”

Hacia mitad del año pasado, en el medio de una espiral de polémicas por el incremento del valor de la gasolina, el Gobierno Nacional a través de los ministerios de Transporte y Minas y Energía prometió una tarifa diferencial del combustible para los taxistas.

Esto, como parte de una estrategia y el desarrollo de mesas de trabajo con el sector, donde también se conversó sobre las plataformas de movilidad, entre otras preocupaciones.

Sin embargo, poco más de ocho meses después la iniciativa sigue “en estudios” y con cada vez un panorama menos claro sobre su futuro. Según se comunicó desde el Ministerio de Transporte, el tema continúa bajo análisis, y que compete a otras tres entidades, como pueden ser el Ministerio de Minas y Energía o Prosperidad Social.

Julio César Vera, presidente de la Fundación Xua Energy, resaltó que, en líneas generales, una medida que se anuncia pero no se materializa, “termina perdiendo credibilidad y es lo que le puede estar pasando a la señalada medida, sin contar las dificultades operativas y normativas que ha significado su aplicación”.

Además, contempla el analista, puede interpretarse que el gremio ya asimiló el aumento de los precios y cómo trabajar con ellos, pese a no estar de acuerdo con esta realidad.

“Lo anterior, además de los ajustes que este año se hicieron en materia de tarifas que terminaron compensando en gran medida el escenario de precios de los combustibles”, apuntó Vera.

Para el experto, focalizar un subsidio es la mejor forma de llegar a la población que realmente lo necesita. En ese sentido, dijo que es coherente que los Gobiernos busquen y promuevan su existencia, pero “a veces su operatividad e implementación tiene retos y costos económicos y tecnológicos tan importantes, que los termina inviabilizando o dificultando y postergando”.

En cuánto a una dificultad, vale señalar que en un principio se había hablado de que esta compensación sería entregada de forma mensual, al corte de cada mes, pero posteriormente se planteó que fuera de un pago anual acumulativo. Se conversó que ocurriera para finales de 2023, sin embargo, aún no ha sido entregado

Otra de las dificultades que podría acarrear la norma son los costos financieros. Según cálculos de Anif, el Gobierno tendría que invertir más de $74.000 millones para garantizar la compensación del combustible.

En un informe de septiembre, el centro de estudios había determinado que el desmonte del subsidio sería muy complicado, además de que implementarlo le costaría recursos al Gobierno Nacional.

 

La polémica actual

La conversación sobre los subsidios a los combustibles vuelve a la opinión pública tras la promesa del ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, sobre crear un mecanismo diferencial para los transportadores de alimentos y a los transportes masivos de la -inminente- subida del precio del diésel, ya que el Gobierno busca cerrar la brecha del déficit con el fondo subsidiado de este combustible.

“El tema del diésel lo estamos analizando desde el punto de vista de dónde están realmente los impactos sobre la vida cotidiana de los colombianos y hay dos sectores claves, uno es el transporte masivo que implica tarifas de los sistemas de transporte de pasajeros y otro es el transporte de alimentos”, explicó en su momento el ministro Bonilla.

Algo que también dijo el ministro de Hacienda fue que podría haber un incremento unilateral del Acpm, por las constantes diferencias con el sector privado en las mesas de trabajo conjunto.

El jefe de cartera, mencionó además que podrían “llegar a una medida unilateral, en algún momento, estaremos esperando la oportunidad”. Pues reiteró en varias oportunidades que cuando se hace algún “intento de propuesta” al día siguiente “ellos terminan amenazando paro”, por lo que no ve que haya un espíritu negociador.

Finalmente, cuando se le cuestionó a Bonilla frente a cuánto debería subir este combustible, comentó que “el Acpm como la gasolina tiene que llegar a precio internacional en algún momento”.

A los días, esta cartera sí incrementó el combustible, aunque lo hizo, según explicó la Creg en una resolución, por factores técnicos.

Desde el pasado 13 de abril, el valor del combustible es de $9.315 por galón, lo que representa un ajuste de $97 frente al valor de $9.218 vigente desde febrero pasado. En este caso, Cali (9.729) y Villavicencio (9.714) tienen los precios más costosos.

Bogotá y Medellín cuentan ahora con un valor promedio de $9.614 y $9.634, respectivamente, mientras que Cúcuta ($7.307) y Pasto (8.633), cuentan con los valores más bajos

Según explicó el Ministerio de Hacienda, este incremento se debe al aumento del valor del biodiésel de $969.

Esta decisión fue criticada por el sector transporte, donde gremios como Fedetranscarga y Colfecar, rechazaron el incremento unilateral del combustible, argumentando los impactos que tiene en los cálculos de la operación.

En esta operación también se incrementó la gasolina hasta un nuevo promedio de $ 15.446 en las principales capitales.

 

Los taxistas rechazan la tarifa particular

Hugo Ospina, representante del gremio de taxistas, conversó con LR sobre cómo se desarrollan estas mesas de trabajo con el Gobierno. Reiteró que su propuesta no contempla la tarifa diferencial, pero sí ajustes a la fórmula de los combustibles.

“La gasolina es del pueblo y como tal necesitamos que se cambie la fórmula. Si ponemos la gasolina más barata, vamos a tener los futuros ‘pímpineros’”, advirtió el representante.

Ospina reiteró que el combustible es fundamental para la canasta básica y el Gobierno debe intervenir a favor de los ciudadanos.

Fuente: 
La República

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Circular No.
031 – 2022

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