Seis expertos de diferentes sectores económicos plantean sus puntos de vista sobre la situación actual presupuestal del país y cómo podría cubrirse el déficit fiscal.
Una faltante de $12,5 billones en el presupuesto nacional para 2015 es el dolor de cabeza del gobierno y de los contribuyentes que tendrían que asumir el déficit con una nueva reforma tributaria frente a la que se ha levantado la voz de protesta por parte del sector privado.
Ante esta coyuntura, la Universidad de los Andes reunió a seis panelistas de diferentes sectores durante un foro para discutir la situación presupuestal del país y las formas en que podría cubrirse el déficit, el cual se atribuye a los gastos que acarrearía un posconflicto, y al bajo precio del petróleo, que a US$81 el barril, representa una pérdida de ingresos equivalente, por lo menos, a 1% del PIB, según dijo Leonardo Villar, director ejecutivo de Fedesarrollo.
Villar planteó que una salida fácil del gobierno sería endeudarse más, emitiendo TES o consiguiendo un crédito internacional, pero que eso no sería una solución al problema, porque implicaría un mayor déficit presupuestal.
Por su parte, Marcela Meléndez, socia directora de Econ Estudio y profesora de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, manifestó que, a su parecer, las personas naturales que se quejan por estar pagando muchos impuestos están equivocadas.
“Las rentas exentas ascendieron a $9,35 billones en 2012. Con una tasa de impuesto de renta de 25% equivale a un recaudo perdido de $2,33 billones (…) “La propuesta sería eliminar esas exenciones tributarias y eso significa reemplazar el impuesto de renta por el Cree; un impuesto a la utilidad de las empresas que no está afectado por todas esas exenciones”, afirmó.
Durante el evento académico, también participó Guillermo Perry, exministro de Hacienda y profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes, quien propuso subir el impuesto a la gasolina. “Si algo haría yo con un sentido de eficiencia, de equidad y ambiental es subir el impuesto a la gasolina”, señaló.
Igualmente, indicó “un grupo grande de economistas en Colombia estamos proponiendo subir dos puntos la tarifa del IVA, mejorar la base, pero que ese recaudo adicional vaya todo a mejorar programas de atención de primera infancia y la calidad de la educación básica, que son los gastos más redistributivos”.
Y añadió, “que no nos pase lo que a Brasil y a Argentina. Hoy tienen tasas más altas que los países ricos, pero no le dan a la población los servicios de esos países”.
Para David Bojanini, presidente del Grupo Sura y del Consejo Privado de Competitividad, “si nos comparamos con otros países vecinos o con los que competimos, vemos que la tasa efectiva de tributación de muchas empresas es más alta que en las empresas de esos países. Eso pone en desventaja la competitividad de Colombia”.
A su turno, el presidente de la Asociación de Empresarios de Colombia Andi, Bruce Mac Master, expresó que las empresas no deberían pagar impuestos, sino las personas exclusivamente. “Uno debería darle el oxígeno a las empresas para que funcionen”, afirmó.
De igual forma, opinó que Colombia montó un sistema de gastos que está basado en una bonanza petrolera y minera que ya no es sostenible y criticó a diferentes sectores que según él “nunca han pagado un peso. El sector agrícola no ha pagado un peso, el sector ganadero nunca ha pagado un peso, Corabastos no ha pagado un peso”, recalcó.
Por último, Andrés Escobar, viceministro técnico del Ministerio de Hacienda, reconoció que la Dian tiene muchas cosas que mejorar antes abandonar de una manera radical la tributación a las empresas para pasarla de una manera mucho más importante a la personas.
“En esta reforma el gobierno tomó la decisión de centrarse más en las empresas. Consideró que es lo viable políticamente, pero eso no cierra la puerta a que haya discusiones a futuras reformas en las que se hagan cosas adicionales sobre la tributación a las personas”, concluyó.