Hay obras en marcha, producto de las licencias aprobadas en años anteriores, pero la dinámica ha disminuido.
La Cámara Colombiana de Construcción (Camacol) presentó el balance de las ventas de vivienda en el país durante el primer trimestre de 2024, en el que se destaca una caída histórica no vista desde hace 15 años.
El mercado de vivienda se ha reducido en cerca de un 30 por ciento frente al promedio 2013- 2019 y un 46 por ciento frente a los niveles de 2021-2022.
De acuerdo con Guillermo Herrera, presidente de Camacol, en los primeros tres meses del año (enero, febrero y marzo) las ventas de vivienda en Colombia registraron una contracción del 17,7 por ciento frente mismo periodo de 2023, con un total 32.017 unidades comercializadas.
Este valor, aseguró, es el más bajo en un primer trimestre en los últimos 15 años y se suma al mal desempeño de los lanzamientos (-34 por ciento) y las iniciaciones (26,7 por ciento).
La tendencia reflejan una nueva realidad y a la Cámara le preocupan los empleos relacionados con el sector, ya que los niveles de comercialización y de actividad son similares a los del 2011.
“El sector de la construcción tiene actualmente una escala inferior en comparación con el periodo 2013-2019, cuando se comercializaban mensualmente 14.701 viviendas en promedio. Durante el 2024, a marzo, las ventas mensuales sumaron en promedio 10.474 unidades, un valor que parece ser el piso del sector y a partir del cual podemos pensar en una estrategia de crecimiento”, explicó Herrera.
De acuerdo con Herrera, este retroceso trae consigo costos económicos y sociales que se reflejan variables como el empleo.
“Regresar a los niveles de ventas y producción de 2011 implicaría retornar a niveles de empleo similares a los de ese año, cuando el sector ocupaba 1,1 millones de trabajadores frente a los 1,5 millones que emplea actualmente”, afirmó.
El directivo destacó que la industria edificadora ha venido sorteando los principales retos macroeconómicos, entre ellos la inflación, los costos de la construcción y las altas tasas de interés.
“Los factores asociados a los costos y las tasas seguirán mejorando de manera paulatina durante el 2024, con lo cual la dinámica económica empezará a ser más favorable para la actividad. Sin embargo, la incertidumbre actual proviene de la ejecución de la política de vivienda, la ausencia de un plan de reactivación claro y una ejecución presupuestal que sigue siendo baja”.
En el caso de los factores a favor está la inflación que se viene desacelerando de manera consistente, lo mismo que los costos de construcción de vivienda.
En el aspecto sectorial hay que sumar que el Banco de la República viene reduciendo la tasa de política monetaria desde diciembre del 2023. En el último año, el sector financiero ha reducido las tasas hipotecarias en promedio cerca de 220 puntos básicos, con lo cual se pasó de una tasa de interés cercana al 16 por ciento a un valor medio que ya se encuentra por debajo del 14 por ciento.
Además, actualmente existe una oferta de vivienda que supera las 166 mil unidades disponibles para la venta en todos los segmentos de precio, de las cuales el 67 por ciento se encuentra sobre planos y puede iniciar en la medida que mejoren las condiciones para la demanda.
Así mismo, el dirigente destacó además los esfuerzos de los entes territoriales en la priorización de políticas de viviendas nuevas regionales.
“Las ciudades y los departamentos se están comprometiendo con la construcción de vivienda formal para sus habitantes. A la fecha, desde Camacol hemos identificado que gobernaciones y capitales están estructurando programas que permitirán subsidiar más de 100 mil viviendas con inversiones cercanas a 1,6 billones de pesos”, dijo Herrera
Las soluciones que Camacol propone
Herrera presentó tres acciones para la reactivación que se han evaluado en Camacol en el marco de la situación del sector: la primera consiste en buscar mecanismos de coordinación efectivos para la asignación de subsidios por parte de las regiones.
Se ha identificado que los entes territoriales quieren implementar modelos de subsidio a la cuota inicial, que pueden ser complementarios o independientes a Mi Casa Ya, así como alivios a las cuotas hipotecarias. Para el presidente de Camacol, es necesario que se generen mecanismos de coordinación que permitan estandarizar los instrumentos y con ello facilitar los trámites para los gobiernos locales, los hogares y el sector privado.
En segundo lugar, insistió en la necesidad de implementar el plan de reactivación del sector, propuesto por el Gobierno Nacional, a partir de la inversión de nuevos recursos para coberturas a la tasa de interés. Con un presupuesto cercano a 1 billón de pesos, se pueden movilizar recursos para cerca de 160.000 coberturas a la tasa para VIS y No VIS, que podrían apalancar ventas de 40 billones de pesos y generar alrededor de 275 mil empleos por año.
La tercera medida consiste en mejorar la ejecución de Fonvivienda, que con corte al 31 de marzo era del 2 por ciento, y adelantar las gestiones para garantizar las coberturas a la tasa faltantes para los 50.000 subsidios de Mi Casa Ya.
Además, el presidente de Camacol señaló que se debe poner sobre la agenda la discusión sobre el futuro de las ciudades y la necesidad incrementar la producción de vivienda formal para lograr un crecimiento ordenado y sostenible.
“Estamos vendiendo 130.000 viviendas por año en un escenario en el cual la necesidad supera las 200.000. Ahí tenemos un reto muy grande, pero también una oportunidad para generar empleo y crecimiento económico, a la vez que reducimos la informalidad y el déficit habitacional”.
Herrera finalizó presentando el avance de la industria en materia de sostenibilidad, donde Colombia es líder en construcción verde certificada con EDGE, el sistema para los mercados emergentes creado por la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial, entregada a edificaciones que cumplen con parámetros de ahorro en agua, energía y energía incorporada en materiales.
Aseguró que el sector seguirá avanzando para impulsar un crecimiento más sostenible e incluyente.