El consorcio Navelena, integrado por Odebretch y Valorcom, fue el único que presentó oferta. La obra valdrá $2,3 billones y estará en 5 años.
El sueño del libertador Simón Bolívar, de entregar en concesión el río Magdalena y convertirlo en la principal arteria del país, podría cumplirse hoy a partir de las 10 de la mañana, cuando el comité evaluador de Cormagdalena decida si el único consorcio que presentó oferta para la recuperación de su navegabilidad, a lo largo de 886 kilómetros entre Barranquilla y Puerto Salgar, se queda o no con el contrato.
La concesión, que tendrá un costo de $2,3 billones y que busca garantizar la navegabilidad del río con un mínimo de profundidad de 2,18 metros y un ancho de 52 metros, quedaría en manos del consorcio Navelena, integrado por la brasileña Odebrecht y la colombiana Valorcom, que tendría cinco años para garantizar la navegabilidad del río las 24 horas del día.
De acuerdo con el director de Cormagdalena, Augusto García, la concesión está dividida en dos partes: una corresponde a las obras civiles de encauzamiento entre Puerto Salgar y Barrancabermeja, lo que le permitirá al río tener un solo caudal a lo largo de 256 kilómetros, y la otra deberá garantizar la navegabilidad entre el puerto petrolero y Barranquilla a lo largo de 630 kilómetros.
De adjudicarse hoy la concesión, en octubre se firmará el contrato de iniciación de obras y en 12 meses (a finales de 2015) el contratista deberá garantizar la navegabilidad entre los puertos de Barranquilla y Barrancabermeja con convoyes de seis barcazas de 1.200 toneladas cada una.
Esto lo que permitirá será que mover una tonelada de carga por el río en este tramo sea cinco veces más barato que lo que cuesta transportarla hoy por tractomula.
El líder del consorcio es una de las empresas de construcción más grandes del mundo, que tiene presencia en Colombia desde 1992. Actualmente está a cargo de la construcción y rehabilitación de los 528 kilómetros del tramo II de la Ruta del Sol, vía de la cual ha entregado más de 160 kilómetros de doble calzada.
Asimismo, ha construido la central hidroeléctrica La Miel, la ferrovía La Loma-Santa Marta, la ampliación del Puerto Drummond y la planta de tratamiento de aguas Salitre, en Bogotá, entre otros.
En Brasil la compañía desarrolló el dragado del canal navegable del Puerto de Río Grande, con más de 17 millones de metros cúbicos, cuando la exigencia para la concesión del río Magdalena es de 4 millones cúbicos al año.
Su socio en este consorcio es Valores y Contratos (Valorcon), compañía barranquillera con más de 40 años de experiencia en el sector de la ingeniería, que ha participado en varios proyectos de infraestructura en el país. Tiene una participación del 13% en esta iniciativa.
Para García, el proceso tuvo algunos retrasos, sin embargo, señaló que llegó la hora del río. “Nosotros no contratamos una obra, sino un servicio que nos garantizará la navegabilidad del río a lo largo de la concesión”.
Para la saliente ministra de Transporte, Cecilia Álvarez Correa, el proyecto del río Magdalena permitirá la intermodalidad con la Ruta del Sol, lo que reducirá el precio del movimiento de la carga hasta en un 30%.
Entre tanto, el viceministro de Minas, César Díaz, señaló que “esta obra le permitirá al río convertirse en un engranaje para el transporte multimodal, ya que en la zona se construirán carreteras y un ferrocarril, lo que permitirá movilizar el carbón y otro tipos de carga de la zona con menores precios”.
“Por el río hoy se movilizan 1,5 millones de toneladas de carga y el 80% corresponde a Ecopetrol. De acuerdo con las proyecciones de Cormagdalena, en dos años el país estaría moviendo cerca de cuatro millones y seis millones al finalizar el mandato del presidente Santos”, recalcó García.
El directivo explicó que la recuperación del río permitirá que las empresas se instalen en sus orillas, lo cual aumentará la competitividad del país.
Adicionalmente, en el río se harán inversiones en la construcción de 10 puertos, cercanas a los US$1.000 millones. Entre estos se encuentran el de la multinacional suiza Impala y el del Grupo Technologistic de Río Grande, en Barrancabermeja. Ahora, lo que se espera es que zarpe el proyecto.