El indicador para el cuarto mes del año se ubicó en 0,59%.
El dato de inflación para los últimos doce meses se ubicó en 7,16%, cifra menor al 7,36% reportado en marzo, y con lo que el indicador ajustó 13 meses a la baja.
Según las cuentas del Dane, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) ha sido presionado en el último año por los grupos de gasto asociados a educación (11,40%), transporte (10,42%), restaurantes y hoteles (9,80%), bebidas alcohólicas y tabaco (9,72%), alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles (9,34%) y por último, salud (7,18%), los cuales se ubicaron por encima del promedio nacional (7,16%).
Piedad Urdinola, directora del Dane, indicó que variaciones mayores al promedio nacional del IPC se han observado en Valledupar (9,35%), Sincelejo y Riohacha (8,69%).
Las ciudades con una menor dinámica de la inflación anual son Villavicencio (5,36%), Popayán (5,48%) y Neiva (6,09%). En Medellín el IPC anual a abril fue de 7,41%, por encima del promedio nacional.
Para abril, el IPC se ubicó en 0,59% cifra menor a la reportada en el mismo mes del año anterior de 0,78% y por encima de la estimación de los consultados por la más reciente Encuesta Mensual de Expectativas Económicas del Banco de la República que apuntaron por un 0,57%.
En el cuarto mes de este año, el llamado costo de vida estuvo impulsado por cuenta de los rubros de gasto de las familias concernientes a alimentos y bebidas no alcohólicas (1,16%) y alojamiento, agua, electricidad, gas y otros combustibles (0,93%).
Vale anotar que productos y servicios de la canasta familiar como arriendos, frutas frescas, electricidad, papas, servicios relacionados con la copropiedad, plátanos, comidas en establecimientos de servicio a la mesa y autoservicio, transporte urbano y tomate de árbol, apreciaron variaciones superiores al IPC mensual, que fue 0,59%.
En el Informe de Política Monetaria presentado el martes por el Equipo Técnico del Banco de la República se indicó que la inflación seguiría descendiendo este 2024 a un ritmo mayor que el proyectado a comienzos del año, por las menores presiones inflacionarias en los bienes y cerraría en diciembre en 5,1% (antes 5,4%) y culminaría el 2025 en 3,4%.
La revisión a la baja del IPC para este año obedecería en parte a las presiones cambiarias bajistas más acentuadas que las incorporadas en enero, pues hasta mediados de diciembre de 2023 la tasa de cambio del dólar estuvo cercana a los $4.000, pero en lo corrido de este año ha estado por debajo de ese techo.
Además, se esperarían reducciones importantes en los precios de algunos bienes importados y choques positivos de oferta, especialmente en alimentos (comidas fuera de casa).
La Encuesta Mensual de Expectativas Económicas del Banco de la República proyecta una inflación de 5,62% para final de este año y la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo prevé un IPC de 5,51%.