Una agenda ambiciosa es la que parece tener el gobierno de Gustavo Petro para el tercer periodo de sesiones del actual Congreso, el cual se instalará el próximo sábado 20 de julio.
Así se puede prever al revisar las reformas sociales propuestas por el Ejecutivo que están a medio trámite, pero también al escuchar los anuncios hechos por el Mandatario colombiano durante su comparecencia ante el Consejo de Seguridad de la ONU, donde habló de la necesidad de que el Congreso le habilite un ‘fast track’ para aprobar de manera rápida proyectos que, según él, permitirían agilizar la implementación del Acuerdo de Paz.
Lo curioso es que esa estrategia, así como la eventual convocatoria a una asamblea nacional constituyente, son caminos a los que ningún gobierno suele apostarle cuando ya empieza la segunda etapa de su mandato.
Sin embargo, algunas fuentes aseguran que mientras lo anunciado por Petro son solo ideas que no lograrán concretarse, el nuevo ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, sí está trabajando de lleno en la preparación del paquete legislativo que quiere impulsar durante los próximos meses.
Allí se incluirán reformas constitucionales, proyectos sociales y al menos una decena de iniciativas más.
Uno de los pendientes más importantes es la reforma laboral, que, tras habérsele negado algunos artículos, fue aprobada por la Comisión Séptima de la Cámara y está para pasar a la plenaria de esa corporación y, luego, ser sometida a los trámites en el Senado.
También sigue en discusión la iniciativa que busca implementar la jurisdicción agraria, después de haber sido aprobada su ley estatutaria, con 96 votos por el Sí y 30, por parte de la plenaria de la Cámara, siendo esa una de las principales apuestas del Gobierno Nacional de cara a la ejecución de lo convenido entre el Estado colombiano y la entonces guerrilla Farc.
Y otro proyecto de ley que tiene ‘en remojo’ el Ejecutivo es el que crea ecominerales, una entidad que debería ser clave para organizar ese sector de la economía en el país.
Pero, además, se espera que la Casa de Nariño insista con dos reformas que se le hundieron el periodo pasado, siendo la principal de ellas la de la salud. Como se recordará, después de un prolongado debate, esta polémica iniciativa alcanzó a ser avalada por la Cámara de Representantes, pero sus opositores en la Comisión Séptima del Senado lograron archivarla.
Sin embargo, hasta ahora no se han conocido detalles de los cambios que tendría el nuevo articulado, del que se dijo sería concertado con los sectores académicos, empresariales y políticos.
La otra reforma en la que el Ejecutivo quiere insistir es en la de educación, que, después de obtener el aval de la Cámara de Representantes, no fue incluida en la agenda del Senado en la última semana del periodo legislativo que terminó el pasado 20 de junio.
Y otro de los proyectos de los que la Administración Petro ha hablado desde la campaña presidencial es la reforma a la justicia, sobre cuyo articulado el ministro saliente, Néstor Osuna, había asegurado que estaba casi ya listo, después de haber sido concertado con varios sectores relacionados con esa rama en el país.
Ahora, se dice, la iniciativa será una prueba de fuego para Ángela María Buitrago, recién posesionada al frente de esa cartera por el presidente Petro.
¿Acuerdo nacional?
Ya sea para sacar adelante ese paquete legislativo o para tramitar la constituyente e incluso impulsar el ‘fast track’ anunciado por el Jefe de Estado desde Nueva York, el ministro Cristo tiene una importante pero complicada misión y es la de retomar el llamado acuerdo nacional del que Petro habló el día el que ganó la Presidencia.
Sin embargo, es claro que el anterior jefe de la cartera política, Luis Fernando Velasco, no tuvo mucho éxito al respecto, más allá de los partidos de izquierda y algunos sectores liberales y ‘verdes’ que se mantienen en la coalición de Gobierno.
Claro está que durante su desempeño en la presidencia de Juan Manuel Santos, en el mismo ministerio al que acaba de llegar, Cristo acumuló dos valiosos antecedentes como negociador: cuando fue enviado a La Habana para desentrabar las negociaciones de paz y cuando impulsó los proyectos vía ‘fast track’ de la Paz en el Congreso.
Empero, en ese entonces el Ejecutivo sumaba amplias mayorías tanto en la Cámara como en el Senado, mientras que el actual inquilino de la Casa de Nariño no cuenta con apoyos suficientes en esta última corporación.
Aun así, Cristo ya se empezó a mover, reuniéndose con los gobernadores, quienes son fundamentales para los intereses del Gobierno, y logró hacerse al respaldo del presidente de la Federación Nacional de Departamentos, Carlos Amaya.
“Decimos sí a la construcción de un acuerdo nacional sobre la base de reconocer las diferencias desde nuestros territorios y que tendrá un énfasis en el fortalecimiento de la autonomía territorial”, aseguró el también gobernador de Boyacá.
Precisamente con la Alianza Verde, partido al que pertenece Amaya, se reunieron la semana pasada el presidente Petro y su ministro del Interior para discutir la agenda que le presentará el Ejecutivo al Congreso.
“Va a haber una agenda muy ambiciosa, pero no vamos a presentar todo el 20 de julio. Vamos a ir conversando con todas las bancadas para explorar consensos”, dijo Cristo y agregó que “en la medida en que avancemos en un acuerdo nacional, definiremos si la manera de aprobar las reformas es por la vía del Congreso, un referendo o una constituyente”.