La economía no tiene razón de ser cuando existe demasiada pobreza.
El largo camino de la recuperación
Sin techo, sin trabajo, sin animo, millones de colombianos debemos de reconstruir por enésima vez una existencia que nunca ha conocido la estabilidad y por ende la Paz. El crecimiento de la economía, la escasa democracia, el aumento de la tecnología no han llevado al país al mejoramiento de la calidad de vida que tanto necesita. No habrá respuestas fáciles y los próximos años exigirán más grandes sacrificios y más si se quiere lograr la tan anhelada Paz. La vida va a ser más dura que en los últimos tiempos, ese no es precisamente un panorama grato para los que hemos sufrido violencia y convulsiones económicas, políticas y sociales por tanto tiempo. La tensión actual puede desbordarse fácilmente si no se sigue el camino de la participación con inclusión de los marginados por siglos del total de la sociedad Colombiana, diferentes a las esferas del sector privilegiado. Como ciudadanos tenemos toda la responsabilidad de preguntarnos por las crisis de las instituciones y que camino debemos seguir.
Parte muy importante de este proceso requiere recuperar la institucionalidad perdida implantando con urgencia las reformas que se requieren, acordes con las necesidades de la realidad nacional. Partiendo de las buenas intenciones de la clase gobernante y en que las relaciones de poder cambiaran o al menos se repartirá mejor la torta y en que estas ideas deben cristalizarse con la Paz y que para ello las grandes reformas que necesita Colombia deben promoverse prioritariamente.
Las reformas como resultado de la protesta social
Todos los días deben ser de transformación y de cambio y para lograrlo hay que tener un Estado con voluntad política que interprete a su pueblo, un gobierno con políticas claras, en Colombia la falta de institucionalidad y permisividad con la corrupción que le ha hecho más daño al país, que los mismos actores armados, han generado en la crisis social y la miseria existente desde hace tanto tiempo. Partiendo de que no hay políticas claras ni equitativas en salud, educación, justicia (se percibe a Colombia como un país sin justicia), y en lo que respecta a los derechos fundamentales, como el derecho al trabajo digno estamos rezagados (hay que lograr empleo, para lograr inclusión social, y generar los instrumentos necesarios).
Empleo y desarrollo social
Colombia tiene un grave problema estructural, es un país con alto nivel de desempleo, El mayor de América Latina, los jóvenes cada vez más entran a la informalidad, no hay empleo ni para los más jóvenes ni para los más experimentados esta es una realidad que sobrepasa las cifras oficiales y de los gremios del país, ha aumentado el mundo del subempleo: 3 de cada 10 son subempleados es decir, toman trabajos inferiores de acuerdo a su capacidad y surge cuando el mercado presenta distorsiones negativas. Esto sin contar los que están en la informalidad. ¿Cuáles son las poblaciones más desfavorecidas en desempleo, mala salud, desnutrición, educación? los más golpeados han sido siempre los campesinos, los afros, indígenas, que han sufrido además, violación a los derechos fundamentales.
Así mismo la academia en toda su expresión ha tenido graves perdidas en su protección social, desmejorando el capital social de las personas en lugar de elevarlo y perdiendo los derechos ya adquiridos, como el de una buena calidad en el trabajo es decir, perdiéndose la dignidad humana, como factor de producción y justicia social. No puede haber crecimiento económico sin trabajo decente, y en Colombia ni hay trabajo ni mucho menos decente, es por esto que tanto las universidades públicas como las privadas deben tener todas representantes, conjuntamente con los de la sociedad civil ellas también tienen que hacer parte de la mesa de negociación, han sido excluidos desde siempre por el sistema injusto que esta operando con políticas impuestas desde afuera y que afectan gravemente las clases trabajadoras. El 49.9% de la población percibe ingresos inferiores a un salario mínimo, en el campo esta situación es peor, para el agro 70% y el sector rural 80%.
El proceso económico no tiende a distribuir, si no se le acompaña de políticas públicas, que tiendan a una mejor distribución como suele suceder debido a la falta de voluntad política. La distribución de ingresos :una ley que regule las tercerizaciones, lograría una mejor distribución del ingreso y para ello hay que mover las metas en calidad de trabajo, mejora de salarios y en eso influye la negociación colectiva, que tiene que ir acompañada de un “gobierno aliado,” las organizaciones sociales deben involucrar la distribución del ingreso y la riqueza como un tema de ética y economía importante, no solo como de ideologías de izquierda o derecha, así como lo hacen las sociedades mas progresistas del mundo. Debe surgir un nuevo modelo Social - Económico - Político en el que se incluyan a todos los sectores, (debería ser una política que el más fuerte ayude al más débil). Nuestra clase dirigente no ha sido capaz de crear un modelo de desarrollo socio-económico equitativo e incluyente, más bien responde a intereses particulares y foráneos.
La reforma Agraria: La Agricultura como un bien público. Este sector debe volver a ser el protagonista, si se establecen unas buenas condiciones, agresiva información sobre los mercados, seguro social campesino, si el desarrollo de los recursos naturales es consecuente con la tecnología del conocimiento, si se conecta el sector agrario , por que la brecha la da también la tecnología, hay que acercar a la gente pobre y del campo a la tecnología, si se lograra que el campesino vuelva a su tierra de donde nuca debió salir, es decir la Agricultura como objeto de desarrollo Rural. El 38 % de la población depende de los recursos naturales y no se les da alternativas. La economía campesina debe ser eje del desarrollo del país.
El desarrollo rural carecerá de sentido si no se nutre de las reflexiones de la sociedad civil que hoy abogan por un desarrollo sostenible e incluyente, es necesario una participación plena en la reconstrucción de un futuro para los colombianos. Para ello es necesario atacar la aversión al riesgo que tiene la banca con la agricultura, devolverle la dignidad al campesino Colombiano que ha sido vulnerada por la dirigencia del país, deben institucionalizarse las organizaciones campesinas, disminuir las brechas rural - urbana y suprimir los instrumentos que conducen a la corrupción superando los obstáculos políticos que se presentan, así lograríamos resolver la inequidad y pagar la deuda social con el campo.
Llama la atención que el gobierno busca el espacio para incluir el desarrollo rural como camino para la paz. Pero estos esfuerzos requieren políticas macroeconómicas enormes ¿habrá la suficiente voluntad política y económica para lograrlo? El problema es como se distribuye la riqueza, la economía crece pero no se ve reflejada en la sociedad colombiana. Se habla de revolución agraria pero no ha sido consultada a los campesinos, afros, ni a los indígenas, pero si se ha consultado a los Empresarios, es vergonzoso que para recuperar el campo y la soberanía alimentaria la FAO nos diga que Colombia es un país con crisis alimentaria, importamos más de 10 millones de toneladas de alimentos, vamos hacia una dependencia alimentaria, con doce millones de hectáreas arrebatadas a los campesinos no se puede hablar de desarrollo rural, los costos han sido altísimos, hablar de paz significa hablar de la distribución de la riqueza. ¿Pero como financiar ese desarrollo rural? parte de la respuesta esta en que las universidades deben llegar al campo, con todas sus áreas, y el estado con asistencia técnica y subsidios, el campesinado ha demostrado ser viable, lo que no es viable es la agroindustria que es corrupta y le roba la plata al estado, ejemplo de ello son los escandalosos subsidios a los que producen biocombustibles.
La economía campesina produce vida, soberanía y es fundamental. ¿Es lógico que se destinen 26 billones para la guerra en lugar de invertirlo en el campo? Esto implica que el énfasis debe estar en eliminar el sesgo contra los recursos naturales y el campo, se volvería a la tierra y se podría erradicar los cultivos del narcotráfico, este sector es básico para cualquier Economía, debemos convertir el trabajo de la gente en valor. La Agricultura y la Paz tienen que ir de la mano. Se dice que Colombia crecería al 8% si se lograra la paz, a mi juicio si se da un mayor valor agregado al campo el crecimiento seria más alto que el 8 que se proyecta.
Reformas y necesidades de los ciudadanos
Participación masiva de los ciudadanos es lo que se requiere para impulsar las necesarias reformas, en el sector salud es tal la cadena de intermediación que finalmente no queda nada para la gente, produciendo cada vez mayores índices de corrupción, y una de las crisis más profundas, pero la verdad es que con este tipo de organización del estado es difícil de creer en reformas sobre las necesidades de los ciudadanos y su derecho fundamental al Desarrollo inclusivo, pero las relaciones de Los congresistas tienen su precio, son comprables ¿Dónde esta el Estado que representa a los ciudadanos y no a los intereses de unos pocos? O será que es un problema de algunos Empresarios y políticos que no son serios ni leales con su país. La salud tiene categoría de Corporación en Colombia, esto genera altísima inequidad y exclusión social y discriminación en coberturas. Exceptuando a Venezuela, Argentina, Brasil, Ecuador y Uruguay donde la salud es un derecho social, igual que en algunos países Europeos, por el contrario el rasgo principal en Colombia es reafirmar la figura corporativa mediante la llamada seguridad mismakiana. ¿Es este un Estado que no es serio con la salud de su pueblo? se requiere un marco de regulación estatutario más claro.
Reforma Tributaria: pese a la reciente reforma que al entender de especialistas es la mejor de las últimas décadas el manejo del recurso tributario sigue gravando mucho al trabajo y poco al capital, aun así la evasión fiscal seguirá por encima del 30% muy alto para el promedio de América Latina 17.7%, ¿lo anterior será la causa de una rebeldía social y cívica? Otras Reformas urgentes son las referentes al sistema electoral, los partidos políticos y la principal, la de la justicia. Pero mencionemos la de Los partidos políticos: deben todos sufrir un proceso de reingeniería, para modernizase y estar a la altura del momento histórico que se vive, abiertos a las nuevas ideas, verdaderamente democráticos y participativos con políticas de convergencia productiva para la igualdad o simplemente desaparecen por su empecinada defensa de la corrupción y el poder.
Hoy vivimos el periodo mas critico de todos los partidos de nuestra nación, el colectivo ya no cree en el servicio honesto, por tanto cabe la posibilidad muy grande de que surjan nuevas ideas, nuevos partidos, con liderazgo de gente joven, no con los defines de siempre que solo desean heredar el poder para seguir en lo mismo, se deben incluir entonces unos con ideologías social-liberal profundamente ligado a las gentes menos favorecidas y que busque cerrar el abismo entre ricos y pobres.
La recuperación industrial en la mira
Se requiere crear las condiciones para que haya una economía empleadora, a través principalmente de las pymes, la agricultura a pequeña escala que es rentable, acompañando a los pequeños productores rurales y pescadores artesanales, dándoles confianza y a poyo financiero, hay que hacer inversión en total convergencia con las universidades y el Sena, invirtiendo principalmente en el Capital humano, tecnología e infraestructura que es clave para la productividad, ya que la economía moderna se gestiona con política económica y adecuada regulación para buscar transparencia y competitividad. Aprovechar el momento que vive América latina para atraer mas inversión extranjera, pero con dignidad y respetando nuestra soberanía, la inversión extranjera no debe ser especulativa, ya que la inversión se concentra en intereses particulares (Multinacionales) la inversión no obedece a la falta de equidad que tiene Colombia.
La participación es primero
En un país tan complejo como Colombia es difícil hallar la paz de un año para otro. La ley de victimas se le salió de las manos al gobierno, se percibe intimidación y exclusión de las victimas y se quedo en el papel, la participación de las victimas en el proceso de paz es primero ya que son la fuerza moral de esta sociedad, pero también se debe involucrar a las comunidades mineras que están gravemente afectadas por la violencia y el daño ambiental por parte de las multinacionales que se quedan con la mayor riqueza, y de los grupos armados que están volcando toda sus energías hacia este mercado y la volatilidad del marco jurídico que no protege el 40% de los paramos del mundo que se encuentran en Colombia, ¿o minería y destrucción ambiental o agua y desarrollo sostenible? La ciudadanía debe reclamar y empoderarse del tema ambiental.
Si se busca el desarrollo mediante la locomotora minera esta tendrá impactos mucho más fuertes que conllevaran a conflictos sociales y económicos con una dimensión ambiental, agravada por las multinacionales cambiando el territorio (el paisaje estratégico reconocido en la legislación: el paramo como espacio de vida y desarrollo sostenible), nunca llegaremos a hacer un balance donde la pequeña agricultura y ganadería va a ganar frente a la minería.
La violencia es producto de la histórica exclusión social que ha vivido Colombia desde tiempos inmemorables, pero lamentablemente hay sectores de la alta sociedad Colombiana que no están interesados en lograr la paz y quieren que una vez más este intento fracase. ¿Es esto justo, cuales son los intereses ocultos de estos grupos? Ya el país lo sabe ¿por qué seguir haciéndoles el juego? Es necesario hacer un referendo con participación de toda la sociedad, incluyendo a los políticos que apoyan a las autodefensas y que ya todos sabemos quienes son.
Un país en proceso de construcción, como tantos de América latina, necesita de gobernabilidad con equidad y ética, para resolver urgentemente el desafío de la dependencia, la violencia, la pobreza, la corrupción, la injusticia, y el autoritarismo, la ineficacia del sector público y privado, no es solo tratar de hacer un buen gobierno, es interactuar con las redes sociales para transformar sus realidades, es generar un Estado que garantice los derechos pero sin abusar, el asunto va más allá de la gobernabilidad democrática. El Estado no ha desaparecido, hay que negociar la reinserción de la economía, cultura y geopolítica a nivel local, regional e internacional acorde con un plan de Desarrollo que promueva la equidad, a este gobierno no le ha temblado la mano para dar los primeros pasos para sustentar un cambio social profundo, pienso que es un cambio de actitud valeroso ante los violentos.
La paz: ¿Una luz de esperanza, un sueño distante?
Con la cooperación internacional y sobre todo con las ideas de que una comunidad ejemplar como la Colombiana, puede servir de sustento para un cambio social profundo hacia un modelo alternativo de Desarrollo independiente que permita crear los mecanismos fundamentales para apropiarse y compartir el excedente creado, traduciéndose en progreso social, deberán acelerar un proceso de paz que no se resolverá en corto tiempo, pero que nos dará el respiro para avanzar hacia el dialogo para el Desarrollo y la lucha contra la pobreza, con este sentido práctico y pragmático el presidente Santos da el primer paso hacia diálogos de la paz.
Colombia es en la discusión sobre el Desarrollo, la región a la que la mayoría de los analistas no duda en señalar de las mas inequitativas del orbe (tercer lugar en desigualdad), donde el 0.67% de la población colombiana concentra el ingreso y la riqueza. Es la hora de cambiar el curso, y la economía debe unir el principio de Desarrollo con equilibrio social.
Germán Eduardo Rojas Arteaga* Economista U. Central – catedrático U.Central,-- U. La salle, -- exconsultor ONU, periodista económico. Magíster en Educación