Bogotá_Algunas regiones del mundo, por su ubicación geográfica y las condiciones particulares de su clima, presentan características que son determinantes de la calidad de los artículos que en ellas se producen y que los hacen únicos e imposibles de reproducir.
De igual manera, habilidades especiales heredadas por los pobladores de ciertas regiones, asociadas a las materias primas que allí se encuentran, llevan a que los artículos que se elaboran y producen en ellas, tengan características cuya calidad es muy apreciada y reconocida en diferentes mercados.
Tal es el caso de Jerez de la Frontera, en la provincia de Cádiz, en España, que posee unas condiciones muy especiales desde el punto de vista geográfico, imposibles de reproducir en otra zona del mundo. En esta región de España, bañada por el río Guadalquivir, se encuentran la serranía de Huelva y el estrecho de Gibraltar frente al mar Mediterráneo y a las costas de África; las corrientes de aire que allí circulan, traen consigo la arena y el calor del desierto, al igual que la sal del mar; las corrientes cuando chocar con la serranía, se enfrían y descienden mezclándose con las aguas del río del río Guadalquivir.
Todas estas condiciones hacen que las uvas que se producen en esta región tengan unas características únicas e imposibles de reproducir, que son las que dan origen a una amplia gama de vinos españoles conocidos como Jerez, Sherry (en inglés) y Xérès (en francés), todas ellas denominaciones de origen.
Algo similar sucede el jamón de Huelva, que se produce a partir de cerdos que se crían sueltos a lo largo de la serranía del mismo nombre, que se alimentan de hierba, bellotas y sal; nunca comen concentrado, no son vacunados ni reciben antibióticos, por lo que su carne está totalmente libre de productos químicos. Desde el momento de su nacimiento, los cerdos son reconocidos y marcados por el consejo regulador, que revisa y certifica que las crías cumplen con las condiciones establecidas y asigna un número a caja ejemplar, que lo identifica a lo largo de la vida, en el momento del sacrificio y en el proceso de maduración del jamón. Cuando alguien compra un Jamón de Huelva, que es también una denominación de origen, sabe que está adquiriendo un jamón cuyas características se diferencian de cualquier otro que se encuentre en el mercado.
Según la Superintendencia de Industria y Comercio, “la denominación de origen es la indicación que certifica que determinado producto es originario de una región del país o del mundo y que por lo tanto cuenta con la reputación y características provenientes de dicha zona geográfica”; a través de esta denominación, dice la Superintendencia, “se reconoce el esfuerzo colectivo de los productores locales por mantener las cualidades reconocidas de los productos de su región”.
El sello Café de Colombia, es nuestro caso más reconocido en el mundo; su denominación de origen agrupa a los cafés arábico, producidos en el país a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, pero algunas regiones del país están encontrando en la denominación de origen, una ventaja competitiva muy importante para posicionar otros cafés colombianos. Tal es el caso del Café de Nariño que se caracteriza por su alta acidez y aroma pronunciado, que se deriva de la altura y bajas temperaturas a las que se produce y la denominación de origen del Café del Cauca que es reconocido por su consistencia, cuerpo medio, su aroma fuerte y acaramelado.
Muchas otras regiones del país han conseguido denominaciones de origen para sus productos artesanales, dentro de los que se destacan la Tejedura de San Jacinto, originara del departamento de Bolívar, El Bizcocho de Achira del Huila, un producto que se elabora a partir de almidón de achira y cuajada fresca, la Tejeduría Wayúu que cubre los productos elaborados por este pueblo indígena que habita en el departamento de La Guajira y el Mopa Mopa Barniz de Pasto que es un producto utilizado en las artesanías del departamento de Nariño, entre muchos otros.
Estos ejemplos nos llevan a pensar que muchas otras regiones de Colombia, a partir de las condiciones particulares de su entorno, podrían buscar denominaciones de origen para sus productos, lo cual, indudablemente, genera una ventaja competitiva, sinónimo de calidad, primordial a la hora de exportar nuestros productos.