El crecimiento económico no se sintió en la misma magnitud en los hogares.
Pese al comportamiento negativo de numerosos indicadores en lo corrido del año, el producto interno bruto muestra un crecimiento que interrumpe la desaceleración que se venía sintiendo en la actividad total. La razón, de las 12 ramas de la producción medidas por el Dane, solo dos de ellas pusieron el 86 por ciento de todo el crecimiento.
Frente a la buena parte de los indicadores que siguen mostrando caídas, solo el agro compensa en gran parte esa debilidad, contribuyendo con un punto del total de 2,1 por ciento en que creció la economía. frente al resto de resultados de la dinámica de otros sectores productivos y de las estadísticas vinculadas con los hogares.
Entre tanto, la rama de Administración pública y defensa, educación y actividades de la salud humana también pone un aporte significativo, de 0,8 puntos del 2,1 por ciento total. Se trata de un solo bloque de diferentes servicios con gran participación del sector público.
Por su parte, los sectores de industria y de comercio, protagonistas en la generación del empleo del país, no aportaron al crecimiento. El comercio aportó cero puntos, y la industria le restó 0,2 puntos.
En síntesis, diez de las 12 actividades observadas por el Dane tuvieron una contribución de menos de una tercera parte del crecimiento total del trimestre.
De esta manera, el crecimiento de la producción por ahora se concentra en ciertos focos aparentemente con menor impacto en los hogares. De hecho, el mismo informe del PIB muestra que el crecimiento en el trimestre del consumo de los hogares se queda rezagado frente al crecimiento total de 2,1 por ciento y solo registra un incremento de 1,5 por ciento total. Por ahora, se presenta esa distancia entre el avance total de la economía y la manera en que esa realidad se refleja en el bienestar de los hogares.
El efecto del crecimiento en los hogares del país
Si se mira todo el semestre, la variación del consumo de los hogares es de 1 por ciento, cifra que termina reflejando los datos parciales de otras mediciones del mismo Dane o independientes que se relacionan con la manera en que las familias están sintiendo en su cotidianidad la realidad económica.
Por ejemplo, el gasto de los hogares que mide la firma Raddar tiene una reducción en volumen en todo el semestre de 0,24 por ciento. Este registro va de la mano de la reducción de 2,2 por ciento en las ventas del comercio al por menor en los primeros seis meses del año, como lo mide el mismo Dane. Por su parte, las compras de vehículos nuevos mantienen en la primera mitad del año una caída de 6,2 por ciento, de acuerdo con los análisis de Andemos.
De acuerdo con el Dane, en el gasto de los hogares se presentan caídas en rubros como calzado y prendas de vestir, en donde la reducción en el trimestre es de 1,8 por ciento. También baja el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco, con 2,1 por ciento, al igual que en restaurantes y hoteles, con 4,5 por ciento, y en bienes y servicios diversos, con un retroceso de 3 por ciento.
Entre tanto, dentro de los rubros de consumo de las familias en los que hay crecimiento, llama la atención el aumento en servicios de salud, de 5,1 por ciento, que podría estar relacionado con un mayor gasto de bolsillo frente a las diferentes situaciones en el sistema de salud que se vienen presentando en el país.
Otros rubros de consumo de los hogares que registraron crecimiento en el segundo trimestre del año son el 8,7 por ciento en recreación y cultura, en concordancia con lo observado por el lado de la producción de esa rama; así mismo, se registra un 4,1 por ciento de incremento en el consumo de alimentos y bebidas no alcohólicas, y de 2,6 por ciento en muebles, artículos para el hogar y para la conservación ordinaria del hogar.
Mauricio Galindo