Para los expertos ni las futuras vías 4G serán suficientes para saldar el rezago que tiene el país en ese frente.
Las carreteras de cuarta generación o 4G que por estos días impulsa el Gobierno adjudicando los primeros contratos, no servirán para sacar a Colombia del rezago logístico que observa y que lo ubica en el puesto 97 entre 160 países analizados, según el más reciente Índice de Desempeño Logístico (LPI, Logistics Performance Index por su sigla en inglés), publicado por el Banco Mundial.
Según los expertos que participan en la segunda Convención Internacional de Logística, que se celebra en Plaza Mayor, Medellín, las carreteras que se están anunciando no solucionarán los problemas.
Diego Luis Saldarriaga Restrepo, director de la Fundación Excelencia Logística, Innovación y Sostenibilidad (eLogis), sostiene que "se trata de vías que empezarán a funcionar, en el mejor de los casos, en cinco años. Vamos a seguir en las mismas, de hecho el tramo Bogotá-Girardot que es de dos calzadas, como las proyectadas 4G y fue inaugurado hace poco, ya está saturado".
Para él, mientras no se articule un sistema intermodal para la movilización de mercancías y que integre además del transporte terrestre, los ríos y los ferrocarriles, poco se logrará.
"Apenas estamos oyendo que se recuperará la navegación por el río Magdalena, pero del tren no se escucha nada", añade.
La preocupación de Saldarriaga se agudiza, al repasar los datos del LPI que muestran que en dos años Colombia retrocedió 33 puestos en el escalafón de desempeño logístico, cediendo terreno en indicadores como la entrega justo a tiempo, la calidad de los servicios logísticos e infraestructura, entre otros aspectos evaluados.
Para Fernando Frías Trillo, investigador de Materials Handling de México, la inquietud de los empresarios en Colombia no tiene nada de novedosa y también se escucha en otras partes del mundo.
El experto asegura que algo similar le ocurrió a México cuando suscribió el acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, aunque comenta que gran parte de la responsabilidad por los fracasos recayeron sobre los empresarios que no se prepararon para competir, incluso sabiendo que tenían tiempo suficiente para hacerlo y ser competitivos.
"Hoy, hemos resuelto los problemas que teníamos hace quince años y contamos con tren, carreteras, transporte fluvial y eso ha abaratado los costos, especialmente del transporte", dice Frías, quien agrega que el impulso a esos proyectos es un trabajo extra que le corresponde hacer a los empresarios ante el Gobierno.
En otro aspecto que coinciden los expertos es que las empresas deben hacer internamente la tarea de adecuación y eliminar las ineficiencias en temas como los esquemas de almacenamiento, cargue y descargue y sobrecostos del transporte.