"Es la primera vez que vamos a actuar juntos frente a un tercero", dijo la canciller colombiana.
China y la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) sellaron una alianza que quiere ser un modelo para el futuro de la cooperación multilateral y que, además, abre una nueva era para la acción conjunta latinoamericana.
El I Foro China-CELAC concluyó en Pekín con el objetivo de "construir una comunidad de destino compartido con los países de Latinoamérica y el Caribe" en lo que será "un nuevo ejemplo de cooperación sur-sur", afirmó el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi.
La reunión ministerial, de dos días de duración, supone la materialización en apenas unos meses de la idea planteada en julio pasado durante la gira por Latinoamérica del presidente chino, Xi Jinping, que ha pasado "del sueño a la realidad", dijo Wangen la rueda de prensa de clausura.
Los cancilleres aprobaron una declaración conjunta que establece el consenso político alcanzado y traza el rumbo general para llevar la cooperación bilateral a un escalón superior en todos los ámbitos.
Xi Jinping anunció en la inauguración del foro, el pasado jueves, que su país se ha fijado la meta de elevar la inversión de la segunda economía mundial en Latinoamérica hasta 250.000 millones de dólares en los próximos 10 años y doblar el comercio bilateral en una década hasta los 500.000 millones de dólares.
Wang recordó que Xi anunció durante su gira por Latinoamérica en julio un fondo de 35.000 millones de dólares para promover inversiones en la región.
Sectores como infraestructuras, energía, minería, industria, innovación científica, educación o políticas sociales figuran entre los sectores prioritarios de la colaboración. "Vamos a cumplir nuestros compromisos", quiso dejar claro el ministro chino.
La jornada "marca un antes y un después" en la relación entre Pekín y la región, afirmó, por su parte, el canciller costarricense, Manuel González, quien copresidió la reunión con Wang en tanto que San José ejerce la presidencia temporal de la CELAC.
González destacó que ambas partes han abierto la puerta a "una cooperación que no esté basada en condicionalidades que no se pueden cumplir, sino en el deseo sincero de ayudarnos entre todos nosotros".
"Eso vale mucho. Eso no se ha dado antes", resaltó el jefe de la diplomacia costarricense, quien también subrayó "el pragmatismo de China y, sobre todo, su gran credibilidad" internacional, porque "lo que China ofrece, lo cumple".
Tanto González como Wang aseguraron que esta alianza es un "modelo de cooperación sur-sur", pero se esforzaron en insistir en que no va en contra de nadie, especialmente de EEUU, país que ha mantenido tradicionalmente una fuerte influencia en Latinoamérica.
"La amistad con un país no es excluyente de otra amistad", afirmó el canciller costarricense, quien como ejemplo subrayó la "larga tradición de amistad" de San José con Washington, pero no dejó de remarcar que con China se dan "factores que no se dan en la relación con otros países desarrollados", como el "respeto" que Pekín ha manifestado hacia la diversidad latinoamericana y caribeña.
Por su parte, Wang recalcó que China y Latinoamérica y el Caribe tienen una historia común como países en desarrollo y en busca de "un mundo más justo y razonable".
La ministra colombiana de Relaciones Exteriores, María Ángela Holguín, confió en que la nueva relación que se ha abierto con el gigante asiático pueda contribuir a promover la integración latinoamérica y que la región trabaje más como un bloque.
"Es la primera vez que vamos a actuar juntos frente a un tercero", dijo a Efe Holguín, quien destacó también la solidaridad entre los países de CELAC: "Aquí no va a haber una 'rapiña' para ver quién se queda" con los recursos que ofrece China, aseguró.
Hoy también se acordó que Chile será la anfitriona del II Foro, que tendrá lugar en enero de 2018.