Reducción de la navegación, pérdida de vegetación, enfermedades de la piel, desabastecimiento de agua y baja producción agrícola serán algunos de los impactos que se sentirán con la llegada del fenómeno de El Niño al finalizar el año.
Aunque según la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, Ungrd, en el Plan Nacional de Contingencia, Colombia no cuenta con una caracterización de los escenarios de temporada seca para estimar las zonas que pueden verse impactadas, sí se pueden contemplar los impactos que se tienen registrados en años anteriores y con eso configurar los mapas de riesgo.
Por otro lado, para mitigar esta situación, el Gobierno y la Comisión de Regulación de Agua (CRA) adoptaron medidas para promover el uso eficiente y ahorro del agua. Entre ellas, cobrar un mayor valor a los usuarios que consuman más metros cúbicos mensuales de los establecidos para cada piso térmico como permisibles. Además, se les solicitará a las empresas prestadoras del servicio de acueducto un plan inmediato para disminuir las pérdidas de agua en las zonas de emergencia.