De nuevo se frenaron las obras para convertir la vía Buga-Buenaventura (Valle) en uno de los corredores claves para el transporte de carga.
Esta vez, la causa de la parálisis de la doble calzada son las amenazas de las bandas criminales que desde hace más de un año se disputan territorios rurales de Buenaventura, el puerto más importante del país. Según Gilberto Saa, presidente de la junta directiva del capítulo Suroccidente de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, los contratistas de Invías que tienen a su cargo 11 de los 48 kilómetros de la doble calzada están amenazados, por lo que los trabajos en uno de los puentes, en el área de Bendiciones, quedaron suspendidos. También hay problemas para concluir dos túneles en ese sector de la vía.
Saa hizo la denuncia ante el vicepresidente de la República, Germán Vargas Lleras, durante una visita que el alto funcionario hizo para inspeccionar la vía.
Así mismo, Saa señaló que la minería ilegal sigue provocando inestabilidad y hundimiento de los suelos. Esto dificulta el paso de maquinaria en cuatro tramos de obras que debían estar listas entre el 2012 y el 2013. Esta y otras razones han hecho que los costos de la obra superen el billón de pesos.
El vicepresidente se comprometió a garantizar la seguridad con la Fuerza Pública, para que desde el próximo fin de semana se retomen los trabajos. Vargas Lleras aseguró que volverá a la zona en diez días, para verificar que el proyecto esté avanzando. Además, dijo que el Gobierno gestionará un proyecto de ley estatutaria ante el Congreso, para que los procesos de consultas previas no demoren tanto las obras.
“Se necesita acelerar la terminación de, quizás, la vía estratégica más importante que tiene Colombia para su competitividad”, subrayó la mano derecha del presidente Santos.
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO