La Cuarta Generación (4G) de concesiones viales es el más grande desafío del país en infraestructura de los próximos años, además de contar con la mayor inversión de toda la historia: 47 billones de pesos.
El gobierno del presidente Santos diseñó e inició la contratación, con el objetivo de eliminar el histórico atraso en infraestructura vial. De acuerdo con el presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, Luis Fernando Andrade, “4G representa un salto en ingeniería, modelo de negocios y financiación de los proyectos. El reto técnico no tiene antecedentes. Construiremos vías más rápidas y más seguras, con curvas más amplias, menores pendientes y dobles calzadas donde el tráfico lo exija. Construiremos 1.300 viaductos, con una extensión de 146 kilómetros, equivalentes a la distancia Bogotá-Ibagué, y 141 túneles, con una extensión de 125 kilómetros”.
Para la entidad, el modelo de negocios también cambia, para incentivar que las obras se terminen a tiempo y que la calidad de las mismas se mantenga a largo plazo. Solo se entregarán peajes y aportes del Gobierno una vez finalicen las obras. Estos pagos se harán en un lapso de 25 años y estarán sujetos a deducciones si no se cumplen los niveles de calidad.
Los 47 billones de pesos tendrán que ser financiados por el sector privado. Es un gran desafío, porque este monto equivale a cerca del 40 por ciento de todos los ahorros en los fondos de pensiones privados o 30 por ciento de la cartera comercial de los bancos.
Los cambios
De otro lado, un intenso trabajo interinstitucional de los ministerios de Transporte, Hacienda y del Departamento Nacional de Planeación, DNP, impulsó los cambios requeridos para hacer posible esta masiva movilización de dinero.
Primero, comprometió una parte importante del presupuesto nacional por los próximos 25 años para reducir el impacto en los peajes pagados por los usuarios y hacer los proyectos viables financieramente.
Segundo, creó la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN) para ofrecer productos, como créditos de largo plazo con tasas de interés competitivas, garantías de liquidez e instrumentos para movilizar el mercado de capitales. La FDN ayudará a mitigar riesgos y optimizar recursos para financiar proyectos. Además se tomó la decisión de vender la participación de la Nación en Isagén para generar un fondo de financiación complementario a la FDN. Con esta venta el Gobierno pretende recaudar cerca de 5 billones de pesos y utilizarlo en la infraestructura vial.
Tercero, estableció una regulación especial para facilitar la financiación de proyectos de infraestructura a través de la banca y creó una nueva categoría de activos en la que pueden invertir los fondos de pensiones: fondos de deuda de infraestructura. Cuarto, planteó la posibilidad de recibir parte de los aportes del Gobierno en dólares para atraer a bancos extranjeros.
“Hemos hecho un gran esfuerzo para asegurar que los parámetros de inversión estén acordes con experiencias recientes. Los estructuradores incluyen a las mejores firmas de ingeniería de Colombia, España e Italia. Las tasas de retorno que ofrecemos están en línea con el mercado internacional. Ya recibimos dos ofertas en cada una de las primeras dos licitaciones. Es un excelente arranque, considerando los desafíos”, señala Andrade en un análisis sobre el proyecto.
Mejoras y ajustes
Por otra parte, el Presidente Ejecutivo de la Cámara Colombiana de la Infraestructura, Juan Martín Caicedo Ferrer, dijo que las observaciones del gremio a su cargo sobre la suerte financiera y técnica de la 4º generación de concesiones apuntan al éxito del programa, y que apostar a su fracaso equivaldría a una insensatez imperdonable, dado que se trata de la inversión más cuantiosa del país, y posiblemente de Latinoamérica, en materia de infraestructura.
Advirtió, que en ejercicio de un derecho y a la vez un deber de los gremios empresariales, entidades como la CCI han sugerido mejoras y ajustes en dicho programa, y agregó que precisamente en cumplimiento de esa función técnica, mas no política, la entidad a su cargo ha transmitido a los funcionarios de sucesivos gobiernos apreciaciones diversas, debidamente sustentadas, sobre lo que a juicio suyo deben ser los parámetros de una infraestructura de transporte eficiente y competitiva.
Las ofertas
El proyecto Autopista Conexión Pacífico 1, que conectará de manera eficiente a Medellín con el valle del río Cauca y que hace parte de Autopistas para la Prosperidad, recibió 2 ofertas económicas de importantes grupos de Colombia, España y México, con lo que las licitaciones del programa de la Cuarta Generación de Concesiones viales de la ANI se encuentran en plena marcha.
Se recibieron ofertas de los siguientes grupos para el proyecto Conexión Pacífico 1:
1. Estructura Plural Autopistas Conexión Pacífico 1 (Colombia y España) integrada por:
-Estudios y Proyectos del Sol S.A.S. Episol 60% (Colombia)
-Iridium Colombia Concesiones Viarias S.A.S. 40% (España)
2. Infraestructura Vial para Colombia (México y Colombia), integrada por:
-Controladora de Operaciones de Infraestructura S.A. de CV 35% (México)
-Carlos Alberto Solarte Solarte 25% (Colombia)
-CASS Constructores y Cía. S.C.A. 15 % (Colombia)
-Latinoamericana de Construcciones S.A. 10% (Colombia)
-Estyma S.A. 10% (Colombia)
-ALCA Ingeniería S.A.S. 5% (Colombia)
El proyecto Conexión Pacífico 1, entre Camilo Cé y Bolombolo, contempla inversiones totales estimadas en 1,79 billones de pesos, con la construcción de 31 kilómetros en doble calzada, y el mantenimiento de la vía actual: también se construirán 42 puentes y dos túneles dobles (Amagá de 4,2 kilómetros y Sinifaná de 1,5 kilómetros), así como un intercambiador vial a desnivel en Camilo Cé.
El programa de Autopistas para la Prosperidad contempla inversiones cercanas a los 14 billones de pesos y ha sido destacado como uno de los más importantes a nivel mundial.
Las inversiones
Según las estimaciones iniciales realizadas por la ANI, el programa de cuarta generación de concesiones viales (4G), contempla una inversión aproximada de $47 billones de pesos constantes de 2012, para ser ejecutada en un periodo de 8 años a partir de su contratación, así como la operación y el mantenimiento de la infraestructura por periodos entre 25 y 30 años.
Esta inversión y la operación y mantenimiento de la infraestructura concesionada serían retribuidas con ingresos por recaudos de peajes y por aportes públicos provenientes del Presupuesto General de la Nación.
La estructura típica del programa 4G en un horizonte de 25 años prevé que de los recursos que se requieren el 65% es para desarrollo de obra física (Capex), y el 35% restante para la operación y mantenimiento (Opex).
La magnitud de las obras que se derivan de este programa requiere un esfuerzo fiscal sin precedentes, puesto que los ingresos por peajes alcanzan a cubrir tan solo la operación y mantenimiento de la infraestructura.
El flujo de ejecución de inversiones en infraestructura se concentra en el período 2014-2020. Sin embargo, la mayor ejecución del programa comienza en el año 2015, cuando alcanza a 1.1% del PIB, y aumenta a 1.6% y 1.5% del PIB en los años 2016 y 2017. En los años 2017 y 2018, estas inversiones serán del 1.0% y el 0.8% del PIB respectivamente.
Los fondos privados
Los fondos privados de pensiones sostienen que ya tienen listos 25 billones de pesos para invertir en proyectos de infraestructura y con los que piensan participar en las concesiones de cuarta generación o 4G en vías.
Así lo confirmó el presidente de Asofondos, Santiago Montenegro. El directivo explicó que la inversión en los diferentes proyectos que se van a ejecutar podría llegar hasta el 10 por ciento del ahorro de los pensionados que en 8 años llegará a 250 billones de pesos. De acuerdo con Montenegro en la fase inicial los Fondos podrán invertir hasta un monto del orden de 6.5 billones de pesos.
Añadió que en la primera etapa de las licitaciones de las concesiones viales de cuarta generación, cuyas inversiones serán del orden de 10 billones, la participación de las AFP podría llegar a 7 billones.
Reconoció que los Fondos Privados de Pensiones no van a asumir riesgos y que por consiguiente van a participar en aquellos proyectos que impliquen un éxito
Los 8 tramos
Total respaldo fiscal para los 8 tramos del mayor proyecto de la Cuarta Generación de Concesiones viales de la ANI, y el tramo del Túnel del Toyo que se hará por obra pública. El aval fiscal garantiza aportes del Gobierno superiores a los 26,1 billones de pesos. Serán más de 1.000 kilómetros de vías con los más altos estándares de calidad.
El Gobierno Nacional aprobó las vigencias futuras para los 8 tramos del proyecto de Autopistas para la Prosperidad y la construcción del túnel del Toyo, con lo que el mayor proyecto de la Cuarta Generación de Concesiones viales de la ANI da un trascendental paso hacia su adjudicación y posterior construcción.
El Consejo Superior de Política Fiscal (Confis) expidió el aval fiscal para los proyectos Conexión Norte, Autopista al río Magdalena 1, Autopista al río Magdalena 2, Autopista al Mar 1, Autopista al Mar 2 y las tres conexiones al Pacífico, las cuales se realizarán por medio de concesiones, así como al proyecto del Túnel del Toyo, por el mecanismo de obra pública.
Los aportes totales de la Nación aprobados por el Confis ascienden a 26,1 billones de pesos, para un total de inversiones en la fase de construcción de 14,03 billones de pesos.
Las inversiones generarán cerca de 45.000 empleos directos y otro tanto en empleos indirectos, ahorros en tiempos de desplazamiento superiores al 30 por ciento y menores costos de transporte.
Igualmente, se generará una conexión eficiente con vías de altas especificaciones que conectarán los centros de insumos, producción y generación de comercio exterior del occidente, el oriente y el norte del país, con el departamento de Antioquia, el Eje Cafetero, el Valle del Cauca y los puertos sobre el Océano Pacífico.
El interés de los banqueros
El proyecto de infraestructura ha llamado la atención tanto de la banca nacional como de la internacional que ven una excelente oportunidad de financiación. Para la presidenta de la Asobancaria, María Mercedes Cuéllar “el 4G es una gran oportunidad para la profundización de los mercados de crédito y capital. Las concesiones viales de cuarta generación introdujeron un nuevo modelo de realización de las obras de infraestructura, que se basa en la financiación de los proyectos, prohíbe los anticipos a los concesionarios y comienza a generar ingresos en la etapa de operación”.
Indica la directiva que “esta nueva manera de financiar, que implica un riesgo mayor para el financiador, ha generado precaución entre los bancos por la diversidad de eventualidades que pueden ocurrir”. Al respecto, la banca reconoce el esfuerzo que ha hecho el Gobierno por despejar dudas y riesgos.
La banca considera que es importante encontrar un justo medio en la financiación de la construcción de las obras de infraestructura, de modo que los riesgos que asume queden cubiertos, en razón a que la gran mayoría de los recursos que presta proviene de ahorros del público.
El presidente de Colpatria, Santiago Perdomo, dijo estar muy interesado en financiar los proyectos pero sostuvo que los constructores han estado reacios a presentar propuestas.
El presidente de Davivienda, Efraín Forero, afirmó que el Gobierno ha venido manejando los riesgos y que gracias a ello el banco ha reiterado su compromiso.
A su turno, el presidente de Bancolombia, Carlos Raúl Yepes, dijo que bajaría su tasa de IPC más 7,5% para la financiación de las obras. Reconoció que los recursos podrían llegar a 20 billones de pesos.