El proyecto de vías de cuarta generación plantea un reto enorme para el país: se busca que Colombia desarrolle en cinco años lo que ha venido trabajando en 20, según la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).
Se calcula que el proyecto de las vías 4G podría hacer crecer potencialmente el PIB del país entre el 4,6 y el 5 por ciento a largo plazo, reducir el desempleo en un 1 por ciento y disminuir en un 30 por ciento el tiempo de movilización en el país, además de cubrir 8.000 kilómetros de vías en Colombia.
Sobre el futuro de este proyecto, estuvieron hablando el ingeniero Alejandro García, de la Agencia, y Luis Ignacio Gómez, de la Banca de inversión Bancolombia, en el segundo día de la Reunión del Concreto 2014.
Son 47 billones de pesos que se invertirán en aproximadamente 40 proyectos, para los que se necesita un ritmo de construcción de 300 kilómetros al año.
De las nueve vías que se proyectó adjudicar este año, faltan tres: la vía Conexión Norte, cuya fecha de concesión está programada para el 22 de octubre; la vía Rio Magdalena 2, que será adjudicada el 27 de octubre; y la vía Mulaló – Loboguerrero, de la cual se tendrán noticias el 5 de diciembre.
En la segunda ola de concesiones, que se iniciará el próximo 30 de noviembre, se invertirán 14,3 billones de pesos, casi 3 billones más que lo que costó la primera ola.
Gómez asegura que los seis contratos firmados constituyen la prueba fehaciente de que el programa es atractivo.
NUEVA INSTITUCIONALIDAD
Para un proyecto que transformará la movilización en el país, se requiere asumir ciertos cambios. Esto, aseguró Gómez, quien puntualizó los objetivos a perseguir de cara a la institucionalidad requerida.
Que se dé ‘vía libre’ a la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) para que tome decisiones frente a la sostenibilidad de los proyectos, que el Ministerio del Interior asuma la dirección de consultas previas y que se apruebe un nuevo esquema de interventorías para supervisar de cerca los proyectos, son algunas de las metas por alcanzar.